
La música es la actividad cultural más desarrollada y difundida en la actualidad. Escuchamos música en todas partes: en casa, en la calle, en el centro de estudios, en el parque, en los medios de transporte. También producimos música en espacios muy diversos, desconocidos en su mayoría y muchas veces alejados de las llamadas ‘industrias culturales’. Sin embargo, una gran proporción de la producción y difusión de la música recae en muy pocas manos, con intereses primordialmente comerciales, donde la capacidad y el talento apenas son valorados a la hora de conseguir ‘el éxito’.